Hipertensión: ¿qué es esta enfermedad?

Los trastornos del sistema cardiovascular son uno de los problemas de salud más comunes en la humanidad. Se han realizado estudios que han demostrado que son mucho más comunes entre los residentes urbanos que entre quienes pasan la mayor parte de su tiempo en zonas rurales. Además, las enfermedades de esta categoría "se hacen más jóvenes" y se desarrollan en personas menores de 40 años. Una de las patologías más comunes de este tipo es la hipertensión. Es un aumento regular de la presión arterial por encima de la media.

síntomas de hipertensión

Síntomas (signos) de hipertensión

Las manifestaciones de la enfermedad dependen de en qué etapa de desarrollo se encuentre. Normalmente, la presión arterial está entre 110 y 130 por 70 a 90 mmHg. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, en casos críticos puede aumentar a niveles de 260 a 110. Esta condición amenaza la salud y la vida humana. Al mismo tiempo, en las etapas iniciales, la hipertensión solo puede expresarse mediante malestar leve, aumento de la fatiga y dolor de cabeza. A medida que se desarrolla la patología, su curso también se vuelve más complicado. La condición más peligrosa es una crisis hipertensiva: un fuerte aumento de la presión arterial. Los síntomas generales de la enfermedad son:

  • dolor de cabeza, sensación de opresión, especialmente en la parte posterior de la cabeza y en las sienes;
  • ruido y zumbidos en los oídos;
  • "manchas", manchas, un velo ante los ojos;
  • disminución de la agudeza visual;
  • deterioro de la coordinación espacial y la motricidad fina;
  • temblor, entumecimiento en brazos y piernas;
  • náuseas y vómitos.

Los signos de hipertensión aparecen en diversos grados según la etapa de la enfermedad. El deterioro de la afección se produce de forma gradual, a menudo a lo largo de la vida. Hay tres etapas de desarrollo de la enfermedad:

  • I - con lecturas de presión arterial de 140-160 por 90-100 mmHg;
  • II - a una presión de 160-180 por 100-110 mmHg;
  • III - cuando se superen los límites superiores de la segunda etapa.

Un aumento constante de la presión provoca disfunciones cardíacas; la consecuencia más común de esto es el desarrollo de enfermedad de las arterias coronarias. También existe el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Causas de la hipertensión

Los especialistas no han estudiado completamente la naturaleza de las enfermedades del sistema cardiovascular. Una dificultad particular radica en el hecho de que estos trastornos a menudo se forman durante el período de desarrollo intrauterino y aparecen mucho más tarde. Al mismo tiempo, no siempre es posible notar y estudiar la aparición de la enfermedad. Muy a menudo, la hipertensión ocurre en combinación con los siguientes trastornos:

  • enfermedades renales;
  • patologías vasculares;
  • obstrucción de la arteria renal;
  • patologías de la glándula tiroides;
  • alteraciones en el funcionamiento de las glándulas suprarrenales;
  • fumar y beber alcohol;
  • Actividad física insuficiente o excesiva.

Tales causas provocan una forma secundaria de la enfermedad, es decir, una que se desarrolla bajo la influencia de factores provocadores. Los signos de hipertensión suelen aparecer después de los 35-40 años. El subtipo primario de la enfermedad es causado directamente por patologías congénitas de los vasos sanguíneos o del corazón. Los siguientes factores aumentan adicionalmente el riesgo de desarrollar hipertensión:

  • edad mayor de 55 años;
  • obesidad;
  • niveles elevados de colesterol;
  • predisposición genética;
  • diabetes mellitus;
  • trastornos hormonales;
  • estrés y depresión frecuentes.

Los niveles de presión arterial se ven directamente afectados por la dieta. Algunos alimentos (chocolate amargo, café, alcohol) pueden provocar un aumento de la presión arterial. Las grasas saturadas, las especias y el azúcar afectan el estado de los vasos sanguíneos y la composición química de la sangre, lo que también afecta indirectamente al aumento de la presión arterial. Se ha demostrado que fumar a menudo provoca la enfermedad.

¿A qué médico debo contactar?

La manifestación de los síntomas de la hipertensión requiere una intervención médica obligatoria en las primeras etapas. El retraso puede provocar el desarrollo de complicaciones y, en el futuro, provocar enfermedades tan graves como accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. El diagnóstico oportuno reducirá significativamente el riesgo. El médico le ayudará a solucionar el problema:

Uno de los puntos más importantes a la hora de identificar una enfermedad es determinar sus causas fundamentales, especialmente si la hipertensión es secundaria. En este caso, la eficacia del tratamiento no será alta sin eliminar las condiciones previas de la patología. Para afrontarlo, el médico deberá precisar al máximo el cuadro clínico. Para ello, le hará las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué síntomas te preocupan?
  2. ¿Hace cuánto empezaron a aparecer?
  3. ¿Con qué frecuencia ocurren los ataques de hipertensión?
  4. ¿Están relacionados con algún factor externo?
  5. ¿Tiene el paciente alguna enfermedad cardíaca, renal o endocrina?
  6. ¿Qué tipo de vida lleva?
  7. ¿Qué tratamiento sintomático utiliza para los ataques?

Después de esto, se realizará un examen externo escuchando el corazón y midiendo la presión arterial. Además, se prescriben análisis de laboratorio de orina y sangre, pruebas de hardware y se utilizan herramientas de diagnóstico diferencial.

Métodos de tratamiento de la enfermedad.

El esquema para influir en la patología se basa en las causas de la hipertensión en cada caso individual. También es importante considerar si es de naturaleza primaria o secundaria, ya que de esto depende el propósito principal del impacto. La totalidad de esta información permite al especialista elaborar un plan de tratamiento individual óptimo. La mayoría de las veces incluye los siguientes pasos:

  • control del peso corporal mediante la dieta;
  • realizar ejercicios físicos de diversa intensidad;
  • tomando diuréticos;
  • uso de fármacos antitaquicardia;
  • tomando bloqueadores adrenérgicos;
  • uso de antiespasmódicos y analgésicos;
  • uso de medicamentos que contienen potasio.

El régimen terapéutico está fuertemente influenciado por la etapa de la enfermedad. En la primera etapa, a veces es posible prescindir incluso de medicamentos, mientras que la segunda y tercera etapas requieren dosis bastante grandes o medicamentos fuertes. Para tratar la presión arterial alta, sólo se utiliza terapia conservadora.

Diagnóstico de hipertensión.

La detección de patología requiere observaciones durante un período de tiempo con un seguimiento constante de los resultados. Esto permite determinar si es de carácter primario y si existen trastornos asociados. En este caso, se utiliza el método de diagnóstico diferencial. Consta de las siguientes etapas:

  • Mediciones repetidas de la presión arterial. Se realiza en ambos brazos, en posición sentada o de pie, según la edad. La precisión es de aproximadamente el 85%.
  • El monitoreo diario de la presión es un procedimiento que permite el monitoreo continuo durante un período de tiempo específico utilizando equipos portátiles. El costo depende de la duración requerida del monitoreo. La precisión supera el 95%.
  • Pruebas de laboratorio de orina y sangre. Determinar la composición cuantitativa y cualitativa de los líquidos y la velocidad de las reacciones químicas en el organismo. La precisión es de aproximadamente el 75%.
  • Radiografía de tórax. Le permite evaluar visualmente el estado del corazón. Precisión: menos del 70%.

Para posibles patologías cardíacas, se prescribe un electrocardiograma. Además, se puede realizar un examen de ultrasonido de la cavidad abdominal para determinar el estado de los riñones y diagnosticar el fondo de ojo si la visión se deteriora.

Posibles complicaciones

Los síntomas de la hipertensión afectan a una parte importante de órganos y sistemas que no están directamente relacionados con la circulación sanguínea. Sin embargo, el estado general de salud depende de la cantidad y calidad de los nutrientes y el oxígeno transportados por la corriente de fluido. Los ataques graves de hipertensión pueden provocar los siguientes problemas:

  • deformaciones vasculares;
  • enfermedad coronaria;
  • patologías renales;
  • amenaza de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco;
  • visión borrosa debido a daño a los vasos oculares;
  • desarrollo del "corazón pulmonar";
  • intolerancia al ejercicio.

La posibilidad de complicaciones de diversa gravedad depende del estadio de la enfermedad. En las etapas inicial y media, los ataques pueden complementarse con hemorragias nasales, ataques de vómitos y taquicardia. Si la situación empeora significativamente, es posible la pérdida del conocimiento, insuficiencia cardíaca y alteración de la integridad de los vasos sanguíneos. Las condiciones más graves son las crisis, los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.

Grupos en riesgo

Mucha gente se pregunta qué tipo de enfermedad es la hipertensión, ya que la prevalencia de este problema es muy amplia. Al mismo tiempo, la patología tiende a afectar a personas en edad de trabajar, entre 20 y 45 años, aunque hace unas décadas el umbral era mucho más alto. No todas las personas tienen la misma probabilidad de desarrollar este trastorno. Los siguientes grupos están particularmente en riesgo:

  • personas con mayor peso corporal y obesidad;
  • aquellos cuyas actividades están asociadas a una intensa actividad física o, por el contrario, a su falta;
  • personas con predisposición genética a la hipertensión arterial;
  • vivir en áreas ambientalmente contaminadas;
  • fumadores y alcohólicos;
  • personas que no controlan el contenido de grasas y carbohidratos en sus alimentos;
  • aquellos a quienes se les ha diagnosticado una enfermedad grave del corazón, el hígado o los riñones.

La patología no hace preferencias entre hombres y mujeres: las estadísticas para ambos sexos son aproximadamente las mismas. Sin embargo, debido al consumo más frecuente de alcohol y a las duras condiciones laborales, el riesgo para el sexo más fuerte es ligeramente mayor. En las mujeres, la enfermedad generalmente se desarrolla entre los 55 y 60 años, y en los hombres, entre los 65 y 70 años.

Prevención de la hipertensión

Protegerse de las enfermedades cardiovasculares no siempre es fácil, ya que muchas de ellas son causadas por características congénitas del cuerpo o por la edad. Sin embargo, las medidas preventivas seguirán teniendo un efecto positivo en la situación y en la salud en general. La hipertensión puede desarrollarse debido a malas elecciones de estilo de vida, por lo que corregir algunos aspectos será beneficioso. Las recomendaciones son:

  • tratar rápidamente todas las enfermedades que provocan hipertensión: corazón, vasos sanguíneos, sangre, riñones;
  • seguir una rutina diaria;
  • evitar la falta de sueño y el exceso de trabajo;
  • mantenga una dieta saludable: evite los alimentos ricos en grasas y colesterol, las bebidas alcohólicas, el té y el café fuertes;
  • realizar actividad física moderada y evitar el sedentarismo;
  • someterse a exámenes preventivos periódicos;
  • tome complejos de vitaminas y minerales recomendados por su médico para mantener la salud.

La hipertensión sólo se puede prevenir manteniendo el bienestar general del cuerpo. Varios sistemas influyen en la formación de esta enfermedad, por lo que la prevención únicamente con pastillas o ejercicio no será eficaz. Una etapa importante en su implementación es el diagnóstico oportuno de los factores acompañantes y provocadores.